Cada vez más personas comen fuera de casa. Los horarios, las deslocalizaciones de las empresas a “zonas de oficinas” o parques tecnológicos, el aprovechar a realizar gestiones personales, ir al gimnasio, o simplemente querer reducir el tiempo libre del mediodía al máximo para salir antes por la tarde y tener más tiempo personal hacen que, desde hace ya unos años, el uso del famoso “tupper” haya resurgido con mucha fuerza. Y es precisamente este ritmo de vida que hace que, tener que cocinar por la noche para el día siguiente se convierta en una ardua tarea y busquen alternativas rápidas, económicas, sanas y que cumplan con su exigencia y por lo tanto su satisfacción.
Aquí se vio el gran boom de las tiendas de comida casera preparada para llevar y lista para comer a precios muy asequibles, dónde incluso te dan, o pagas por un precio insignificante, cubiertos de plástico e incluso algunas, cuentan con barras con taburetes y microondas dónde comer.
Estas cadenas de tiendas se adaptaron muy bien al gusto del cliente, siguiendo los estándares de dieta equilibrada, lo que permite seguir comiendo sano fuera casa y con un buen packaging y presentación de los platos, lo que produce sensación de satisfacción.
Una buena manera de conocer qué quieren comer los clientes, es a través de las opiniones que conseguimos, por ejemplo, dando wifi gratis en los locales, para que durante ese breve espacio de tiempo que la gente está en nuestra tienda, pueda opinar de las comidas o menús, haciendo que los clientes se creen una cuenta en nuestra web, dónde se guarden sus platos más habituales e incluso “reserven” sus platos para el día siguiente. De esta manera, podemos ofrecerle promociones según sus gustos e incluso ofrecerles variedad. Podemos realizar campañas personalizadas a los gustos y costumbres de cada consumidor, con descuentos, o por cada x visitas, un plato gratis.
Si un cliente no tiene lo que quiere con nosotros, seguro que al lado tenemos un competidor que se lo da…y entonces probablemente habremos perdido al cliente
A esta tendencia, no han tardado mucho en unirse marcas que habitualmente venden comida en los supermercados, abriendo un nuevo mercado de comida lista para comer en los lineales de los supermercados. Desde ensaladas completísimas, a pasta con todas las salsas conocidas o potes de sopas con variedad de sabores de distintos países, croquetas o carne, listos para calentar.
Estos nuevos productos, obviamente, tuvieron su publicidad, pero muy importante ha sido, el conocer dentro de los supermercados el flujo que siguen los clientes, es decir, por dónde se mueven, y poner neveras específicas con los productos listos para comer.
Conocer a nuestro cliente en tiempo real, según qué necesita en ese momento, nos hará fidelizarlo.
Es fundamental conocer la importancia de estar siempre al día de los cambios, tan importantes y rápidos en los tiempos que corren, porqué si un cliente no tiene lo que quiere con nosotros, seguro que al lado tenemos un competidor que se lo da…y entonces probablemente habremos perdido al cliente.