Un análisis de la pequeña tienda. “Lo importante está en los detalles”

Serrat cantaba Son aquellas pequeñas cosas… y ha tenido que venir una pandemia para recordarnos que lo importante está en los detalles, en la pequeña tienda. No os perdáis este análisis de Carmen García de Zuñiga.

Los cambios se están produciendo deprisa y las “famosas” tendencias (experiencia de cliente, omnicanalidad, digital…) que vaticinábamos hace un año volaron en la pequeña tienda en el mes de marzo de 2020. En el webinar que hice aquí hace dos años, “La lógica de los datos vs. lo irracional de los deseos”, comentaba que la previsión para el 2050 sería que casi toda la población se concentraría en las grandes ciudades, convirtiéndose estas en pequeños estados. Ya comentaba que era un pronóstico a muy largo plazo y que podían darse situaciones que lo cambiarían todo. En este caso, han sido el impulso del teletrabajo y la necesidad de espacios más amplios para conciliar familia y trabajo. ¿Provocará esto el regreso a los pueblos pequeños?

Ha tenido que venir una pandemia para recordarnos que lo importante está en los pequeños detalles

Joan Manuel Serrat cantaba “son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en cajón…”, y ha tenido que venir una pandemia para recordarnos que lo importante está en los pequeños detalles. Entre las consecuencias más inmediatas, está el impulso de la tienda de proximidad, la pequeña tienda de la esquina. Este cambio ha provocado que las grandes superficies decidan incluir en su estrategia la vuelta al casco urbano —como ya hizo en su día IKEA— en las principales ciudades del mundo, y ahora es el turno de MediaMarkt. Los centros comerciales no se han quedado atrás, bajando su afluencia en un 34% respecto a 2019, pero será una oferta basada en la experiencia de cliente la que ofrezca una ventaja competitiva.

El 70% de la población española compra por Internet, lo que vienen siendo 31,2 millones de españoles

Volviendo a la tienda pequeña del barrio, creo que es interesante lo que están haciendo aquellas que están sabiendo aplicar todos esos conceptos de los que estamos hablamos frecuentemente: ecosistema digital y omnicanalidad. Hace poco, en la cola de un establecimiento de estas características, comentaba el dueño la bajada de las ventas debido al crecimiento del e-commerce, y que ellos no eran nadie en la red. Si atendemos a las cifras aportadas por el VII Estudio anual de e-commerce en España 2020, podría llevar razón: el 70% de la población española compra por Internet, lo que vienen siendo 31,2 millones de españoles. Aunque las cifras ratifiquen su afirmación, no puedo darle la razón.

Efectivamente, es complicado tener presencia en la red, pero dado que es un velero fácil de moverse por las aguas, tiene más facilidad para planificar y ejecutar si ponemos en práctica 5 pasos, que podrían ser los siguientes:

1. Como Leonardo da Vinci, analiza tu entorno más cercano. ¿Quién continúa comprándote? ¿Por qué? Y al contrario, ¿quién lo ha dejado y por qué motivos? ¿Qué ofreces? ¿Puede venderse a través de una web o red social? ¿O es publicidad para que acudan a tu centro?
2. Delimita tu “público objetivo” por área geográfica. Una consulta en la página web del INE (Instituto Nacional de Estadística) te puede ayudar en la búsqueda de estos. Por supuesto, eso te ayudará con la delimitación de los costes en asuntos como el transporte, la publicidad en redes sociales, o campañas de pago por clic.
3. No sabemos de todo, por lo que es vital buscar especialistas que te asesoren para llevar a cabo tu estrategia. Hoy en día existen multitud de webs con freelancers muy buenos que pueden ser los mejores aliados para cosas tan importantes como web, redes sociales, fotógrafos, diseñadores, …
4. Como las modistas de los talleres de costura, que siempre llevan el metro en el cuello, hay que medir. Plataformas sencillas, como la de Flame Analytics, ayudan a la obtención de datos por los diferentes canales, la tienda o Instagram, y entender el comportamiento de los clientes.
5. Por último y quizás lo más importante, no perder la “esencia” de tienda pequeña. Generar una experiencia de cliente basada en el trato personal, especial, del detalle, casi artesano.

No se tiene que ser Amazon o El Corte Inglés para buscar un nicho de mercado

Soy una auténtica seguidora de las marcas/tiendas pequeñas. Muchas de ellas han demostrado que no se tiene que ser Amazon o El Corte Inglés para buscar un nicho de mercado. Algunos ejemplos son:

• Crea Decora Recicla, de Neus, ha logrado que muchos estemos pintando todos los muebles de la casa en colores tiza
• Little Hannah, que consigue con sus stories y su pequeña tienda en la calle García Paredes que la experiencia sea como estar en la época de Jane Austen
• The Singular Olivia, con su página web y una tienda espectacular en Segovia, aunque ahora cerrada, invita a llenar el carro con sus jabones artesanales
• Lucía Be, lo que empezó en la habitación de una casa de pueblo rodeada de flores, terminó en una tienda preciosa “bailando como en una verbena”

Para mí, estas cuatro marcas son mis tiendas de barrio y la más cercana está a una hora andando. Cuatro mujeres que saben el esfuerzo que les supone tener una marca pequeña pero que, tanto en las tiendas como en el paquete que recibes en casa, son una experiencia mágica.

Un post escrito por Carmen García de Zúñiga Pedrosa ¡Gracias! 🙂