Dicen en esta interesante noticia de La Vanguardia que el cliente hoy en día lo quiere todo y, por ello, las tiendas que quieran sobrevivir tendrán que dárselo. Habla el artículo del futuro del retail y asegura que la transformación del sector pasa por integrar tecnología y servicio.
En retail, explica La Vanguardia, lleva años “instalado en la inquietud“. Normal si tenemos en cuenta que e-commerce, Amazon, Google o Zalando no se lo han puesto nada fácil. Sin embargo parece que esta inquietud justificada tiene los días contados y que hay motivos para el optimismo: la revolución del retail ha llegado.
Según un reciente informe publicado por la consultora PwC, aunque es cierto que al consumidor le gusta y apuesta por el canal online, esto no impide que siga necesitando e incuso deseando comprar en la tienda física. En España, el 48% de los consumidores compran en las tiendas físicas al menos una vez a la semana. El 30% optan por comprar una vez a la semana a través de canales digitales y solo el 4% de los encuestados dice no comprar online de forma habitual.
El e-commerce no reemplazará a las tiendas tradicionales pero éstas deben empezar a usar la tecnología para lograr mejorar la experiencia de compra
Lo cierto es que el cliente de hoy lo quiere todo, a cualquier hora y en todas partes. Y esto es así porque ha adquirido nuevos hábitos de compra del mundo online (servicio, transparencia en precios, rapidez, control en el proceso…) que ahora exige en todos sus procesos de compra, lo que supone un reto para el comercio tradicional que tiene que satisfacer las demandas de este consumidor tan exigente.
Según Moody’s, el e-commerce no reemplazará a las tiendas tradicionales pero éstas deben empezar a hacer uso de la tecnología para lograr mejorar la experiencia de compra en sus puntos de venta. En definitiva, “no hay que matar al tendero, sino acompañarlo”.
Llegará un punto en el que el trato humano se convertirá en un lujo
En esta revolución del sector retail será fundamental el papel del vendedor, de hecho, éste será uno de los grandes valores de la tienda offline. llegará un punto en el que el trato humano se convertirá en un lujo que sólo el comercio tradicional podrá ofrecer. Y ahí está su gran oportunidad, en ese futuro tecnológico, con robots por doquier, en donde los ciudadanos quizás acudan a las tiendas para contactar y hablar con otras personas.
Según las conclusiones del estudio de Retailcat sobre Smart retail, el vendedor “será un actor, un psicólogo, un embajador de la marca y su jornada de trabajo tendrá una parte no presencial, pero de contacto directo con el cliente”. Y la tienda, por su parte, será un espacio que aportará experiencias transformadoras, que enseñará, ilustrará y divertirá a quien la visite.