Le hemos pedido a Javier Cuevas Crespo Gerente de un centro comercial, que nos analice la situación actual del sector tras este periodo de pandemia, restricciones y cambios en el consumo. Para Javier la clave pasa por las sensaciones. “el consumidor tiene ganas de experimentar y vivir nuevas emociones”. No te pierdas este post.
Tras este periodo de convivencia con la COVID-19, restricciones, protocolos y nuevos hábitos de consumo, el cliente en los centros comerciales tiene ganas de experimentar. En este sentido, bajo mi punto de vista, la frase “está en nuestras manos”, que tanto hemos utilizado en nuestras estrategias de marketing, ha evolucionado. Hoy, nuestro futuro más próximo pasa por las sensaciones y lo emocional juega un papel fundamental a la hora de adquirir un producto o realizar una compra.
El futuro de los centros comerciales está en las sensaciones
Una circunstancia en la que ha tenido mucho que ver la crisis sanitaria que hemos vivido este último año. Pasamos mucho más tiempo en nuestras casas y salir a la calle a pasear, ir a comprar o quedar con amigos en una terraza son acciones que han adquirido mayor relevancia para el público. Así pues, el futuro de nuestros centros comerciales está en las sensaciones: tras este periodo de incertidumbre, el consumidor tiene ganas de experimentar y vivir nuevas emociones.
Actualmente, nos encontramos en un momento de análisis de hábitos de consumo poscoronavirus. Ante esta situación, hay que adaptarse al cliente y ofrecer lo que demanda. En este sentido, es fundamental analizar y extraer conclusiones sobre los hábitos de nuestro público para implementarlas después en el plan de acción. El objetivo es fomentar ese ansiado engagement con los visitantes, posicionándote en un espacio de valor para los clientes.
Bajo mi punto de vista, la tendencia actual mira hacia experiencias en espacios abiertos con una mayor amplitud de espacio. Los centros abiertos o semiabiertos son lugares idóneos en los que los clientes buscan la “libertad” que han perdido meses atrás.
En nuestro caso, el centro comercial Los Porches del Audiorama se ha ido adaptando a la situación en función de las circunstancias y su evolución. Nuestra prioridad ha sido ofrecer un espacio seguro con zonas libres de riesgo. Buscamos la comodidad del cliente, la limpieza y una mayor atención por parte de nuestro equipo.
La tendencia actual mira hacia experiencias en espacios abiertos
A día de hoy, nos encontramos en una fase en la que aprovechar nuestros puntos fuertes. Somos un centro semiabierto con una terraza que ofrece muchas posibilidades. Tenemos un reto por delante en esta “nueva realidad”, desarrollar actividades y experiencias que cautiven al público para alcanzar ese engagement con los clientes.
Uno de nuestros valores diferenciales de marca es la cercanía, somos un centro comercial muy familiar en el que estamos en contacto directo con el cliente, un hecho que hemos potenciado en nuestras estrategias tras la pandemia, ya sea in situ o a través de diversos canales de comunicación como las redes sociales.
De hecho, el público nos da feedback y nos transmite sus ganas de experimentar y de visitar el centro comercial. Acercarse a tomar el vermut antes de dar un paseo en el conocido Parque José Antonio Labordeta, principal zona verde de Zaragoza y considerado “el pulmón” de la capital aragonesa; una cena con amigos antes de asistir a un concierto en el Auditorio de Zaragoza -se encuentra situado a escasos dos minutos de nuestras instalaciones-, o nuestra afición zaragocista, quienes siempre pasan por nuestras instalaciones antes de un partido. Este tipo de actividades son las que, a día de hoy, el consumidor valora notablemente. Me refiero a que no es simplemente un vermut o un paseo, sino la experiencia en sí, el disfrute y las sensaciones lo que valoran a la hora de visitar nuestro centro comercial.
Estamos de vuelta y han cambiado cosas, sí, pero otras se mantienen. Nuestros valores permanecen y esa interacción con el público, -fundamental a la hora de gestionar un centro comercial- también se mantiene.