En nuestro anterior estudio, hasta mitades de Julio, observamos cómo el tráfico en nuestras calles se había recuperado hasta niveles similares a los previos a la pandemia. No así el tráfico en los puntos de venta, que tuvo un inicio prometedor, pero que en las dos primeras semanas de Julio se estancó. ¿Podría el tráfico de vacaciones y una (falsa) sensación de normalidad recuperarlo?
No parece que así sea. Con casi 2 meses de nueva normalidad, el tráfico en nuestras tiendas ha caído hasta un 40% respecto a los valores de Febrero y Marzo. Las razones apuntadas anteriormente, se ven reforzadas durante estas semanas. Además, los distintos rebrotes que se producen, las medidas ad-hoc que se van implantando (mascarillas obligatorias, cierres prematuros) y esa sensación de estar en las puertas de una nueva ola, así lo reafirman. El tráfico global de transeúntes en nuestras calles es un 8% inferior, pero este valor entra dentro de lo esperado, habida cuenta además de una falta de tráfico extranjero y de la huída vacacional a lugares menos transitados (y por lo tanto, más seguros).
Por ciudades principales, Madrid ve caer su tráfico en los puntos de venta hasta un 51% por debajo de la normalidad. Es notoria la bajada de un 17% comparado con la Fase 3, en la que se juntaba la apertura de comercios con la imperiosa necesidad y, quizás todavía posibilidad, de consumir. Barcelona tiene un incremento de transeúntes respecto a la normalidad (+4%), pero la afluencia las tiendas sigue un 30% por debajo. En este caso, el limitado turismo puede jugar un papel importante. Valencia recupera ligeramente el tráfico en las calles (-28%), mientras que en los puntos de venta está en la media nacional (-42%).
Analizando en detalle el comportamiento semanal en la nueva normalidad, observamos que la tendencia que vimos en julio se ha estabilizado. Comparando cada semana de “nueva normalidad” con la primera, vemos que el tráfico en nuestras calles es relativamente estable, (3% superior en esta última semana respecto a la del 22 Junio), con un pico en la semana del 29/06 (el buen tiempo, la apertura de todos los locales, la sensación de libertad, la bajada de casos…).
Ahora bien, la afluencia a los puntos de venta no ha seguido el mismo camino. Esa misma “euforia” de finales de junio nos llevó a tener un tráfico de un 14% a la primera semana (y muy cercano a los valores pre pandemia), pero durante la segunda mitad de julio y la primera de agosto, se estanca en valores cercanos al -25% respecto al inicio de la nueva normalidad (y un 40% menores a la normalidad). Es cierto que el verano no colabora, puesto que a las circunstancias excepcionales que nos rodean, hay que sumarle un éxodo a lugares menos comerciales. Pero es ciertamente preocupante, y no proporciona perspectivas halagüeñas.
Menos tiempo en los CC, más calma en el Retail urbano
En cuanto a los tiempos de estancia, la foto global es similar a la que vimos en julio. No hay una variación notable, pero sí que vemos algunas diferencias si hacemos zoom en las distintas semanas de la normalidad, y en la tipología de los puntos de venta.
Si observamos el cambio de comportamiento en los Centros Comerciales, podemos ver un descenso en los tiempos de estancia que tuvo su punto más bajo durante la primera semana de agosto. Las razones de ese incremento inicial (a finales de junio) las asociamos a que la apertura de los CC fue un poco más tardía que la de las tiendas urbanas, lo que propició esa ola de visitas y “disfrute” durante finales de junio. No encontramos una razón única al descenso del tiempo de visita actual, pero seguro que la limitada apertura de algunos locales, junto con la temporada estival, ha hecho que permanezcamos menos tiempo (unos 5 minutos de media) respecto a la normalidad.
Caso contrario es el que vemos en las tiendas Retail urbanas. Con una afluencia hasta un 40% menor, los tiempos estancia han aumentado paulatinamente hasta un 5-6% (unos 3 minutos). ¿A qué puede ser debido? La combinación de ambos factores (bajada de visitas y aumento de tiempo de estancia) nos indican que, de manera manual o automática, existen distintos mecanismos de control de aforo, y que la atención al cliente es más personalizada y cuidada. ¿Estamos, de manera algo forzada, provocando un nuevo comportamiento del cliente en los puntos de venta físicos?
En la nueva normalidad no existen los sábados
En Flame hemos querido también analizar el comportamiento de los clientes por día de la semana. Y hemos comprobado que, así como en la normalidad los sábados eran los días de mayor afluencia, en esta nueva normalidad, ya no son los días con más tránsito, sino que se mezclan con otros días de la semana. No somos ajenos al hecho de que el verano “iguala” los días de la semana, puesto que todos los días son parecidos estando de vacaciones, pero intuimos que hay elementos de esta nueva normalidad (teletrabajo, etc…) que han “democratizado” nuestra semana (o aumentado el caos). Eso sí, el domingo sigue siendo el día para descansar, incluso de las compras.
En resumen, desde Flame vemos con preocupación este estancamiento en la afluencia a los puntos de venta, y esperamos que la llegada de Septiembre nos despeje algunas dudas respecto a la pandemia, y dinamice nuestras compras. Y que los elementos positivos que la pandemia nos ha traído (digitalización, personalización de compra, orden en la gestión, etc…) hayan venido para quedarse.