En tu tienda compra una tipología variada de clientes… ¿Sabes que entre ellos está el comprador ecologista o consumidor ecológico?. ¿Quieres saber qué busca y cómo se comporta para poder fidelizarlo? Atento/a a este post que escribe para nuestro blog Alba Sánchez, de Bolsalea.
Buyer persona: este término anglosajón anda en boca de todos. Cada compañía tiene por lo menos cuatro perfiles interesantes de analizar. Yendo a líneas más generales ya hablaríamos de un target o mejor dicho, un nicho de mercado. Ese segmento de la población con rasgos comunes que presentan unos hábitos de compra determinados. Entre todos las opciones que se presentan para tu negocio, encontrarás la del comprador ecologista. A no ser que tu producto se aleje de esta corriente que está cada vez más de moda en España.
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El comportamiento del consumidor ecológico en particular sigue unas pautas que debemos considerar:
- No le interesan las promociones: da igual cuánto rebajes ciertos artículos, si no son acordes a su filosofía jamás se fijará en los carteles con el famoso símbolo del porcentaje % o con un 2×1 gigante. Con ellos funcionan otra clase de estrategias de marketing. Por ejemplo, el método inbound: publicidad no invasiva centrada en el contenido de calidad. Los clientes ecologistas aprecian mucho que compartas información. Demuestra que eres una empresa transparente y abierta a divulgar datos de interés.
- Comunicación cercana: interactúa por redes sociales con un tono coloquial para conseguir engagement. Da pie a entablar conversaciones que conlleven un diálogo en el cual ambas partes aprendan el uno del otro. Para ello tienes que lanzar preguntas o hacer las típicas encuestas con respuestas a) o b).
- Utiliza packaging reutilizable: las bolsas plásticas de un solo uso es lo primero de lo que huyen. Entrega bolsas biodegradables con las compras habituales y sorprendelos al ofrecer como si fuera un complemento extra unas bolsas de algodón personalizadas que pueden reutilizar en sus siguientes compras. Si eres una tienda de alimentos a granel, que ya de por sí tendrías muchas posibilidades de ser un foco de atención, pon a disposición del público fundas con cordón sostenibles o sacos de papel sin asas.
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Otras características que con bastante frecuencia presenta este tipo de cliente serían las siguientes:
- Fidelidad: la oferta de mercado en el sector ecológico todavía es escasa a día de hoy. Por tanto, cuando alguien ambientalista se encuentra con una marca acorde con sus principios, tiene mayor probabilidad de comprometerse con ella respecto a clientes que no se fijen tanto en los valores de la compañía. También es un rasgo que se debe a su carisma hacia los pequeños comercios. Aprecian el trato cercano de un dependiente de confianza que conozca perfectamente la procedencia y las propiedades de su mercancía.
- Poca recurrencia: no todo iban a ser ventajas. Tengamos en cuenta que este estilo de vida se asocia con grandes conocimientos de upcycling. “Reduce, reutiliza y recicla” es un lema que se tatúan a fuego. Si te fijas en la primera palabra, lo demás va en consonancia. Reducir las compras para evitar caer en el consumismo y encontrar la forma de reutilizar cada producto para reducir su basura. Aunque esto nos lleva al siguiente punto…
- Alto poder adquisitivo: repiten menos pero gastan el doble. Los productos expresamente ecológicos conllevan un incremento del precio. Se trata de un artículo especializado y por consiguiente requiere un mayor coste. Si atraes a este tipo de cliente podrás compensar la escasa reincidencia con el desembolso que efectúen por cada compra.
¿Con qué palabras podemos captar la atención de estos usuarios? Si tienes la posibilidad de etiquetar tus productos con alguno de estos distintivos, la mitad de la venta ya estaría trabajada.
- Comercio de proximidad: conocido como comercio local. Cuanto más cerca esté la tienda del origen del producto, menos gasto de combustible habrá repercutido en los portes. A su vez, se reducen también la emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Tanto en el transporte para trasladar la mercancía como durante el recorrido que siga el individuo por su ruta de compras.
- Reciclado: estas palabras les atraen muchísimo. Tiene doble sentido, porque si algo ha sido previamente sometido a un proceso de reciclaje, significa que con una gran probabilidad se puede volver a reciclar de nuevo. Siempre y cuando no se exceda el número de límites que soporta cada materia prima.
- Compostable: se trata de una cualidad muy codiciada. El zero waste es una forma más extrema de apoyar al ecologismo que intenta generar menos basura haciendo compostaje con los residuos orgánicos. Creemos que el compost va a ser una tendencia en alza, al igual que está ocurriendo ahora mismo con los sellos “Bio” y “Eco” que aparecen por doquier.
Esperamos que a través de estos consejos consigas comprender mejor el comportamiento habitual que distingue al consumidor ecológico. Ojalá llegues a tener entre tu clientela a este tipo de usuario, porque es muy enriquecedor poder estrechar lazos con personas que se comprometen tanto por los demás a salvar la vida del planeta. Puede que para ti sea una motivación a ser una empresa más verde. Sobre todo a contaminar menos la naturaleza con tu actividad comercial.