Los mapas de calor son una novedosa herramienta que, en los últimos años, se ha convertido en la gran aliada del sector retail. Y es que éstos ayudan a los negocios a mejorar sus conversiones gracias a la analítica del mundo real. ¿Quieres saber cómo funcionan?
¿Qué es un mapa de calor?
Empecemos por lo básico: ¿Qué es un mapa de calor? Pues se trata de la representación gráfica del layout de la tienda que se dibuja a través de unas tonalidades más rojas (si ha habido más tráfico por la zona) o más azuladas, es decir, más frías (si ha habido menos movimiento en dicha zona).
¿Cómo funciona?
Y esto, ¿cómo se consigue? Bien, para tener un mapa de calor de tu tienda es necesario instalar en el techo de la misma una (o más, depende del tamaño) cámara que lleva dentro instalado el software y que envía a la nube la información de lo que está sucediendo en la tienda. El retailer lo único que tiene que hacer para ver el mapa de calor es entrar en una dirección web, meter su usuario y contraseña y empezar a ver, en tiempo real, lo “que se cuece” en su negocio. La información se puede mostrar, como sucede en Google Analytics, por días, semanas, meses, etc. Depende de lo que nos interese medir en cada momento.
¿Para qué sirve?
Bien, ¿Y para qué nos sirven los mapas de calor?. Fundamentalmente para saber qué zonas de nuestra tienda gustan más a nuestros clientes, por dónde se mueven, qué productos les llaman más la atención y cuáles menos, dónde se paran… Es decir, los mapas de calor nos ayudan a conocer mejor a nuestro cliente. Gracias a esta información podemos llevar a cabo cambios en nuestra tienda o local que nos ayuden a mejorar y a adaptarnos a los gustos de la clientela. Por ejemplo: cambios en la decoración, cambios en el layout, cambios en la disposición de los productos en los estantes, etc… Después de cada cambio es necesario medir para saber si dicho cambio ha surtido efecto y aquella zona que estaba fría porque nadie por ella transitaba se ha vuelto de color rojo o anaranjado.
Y por eso los mapas de calor nos pueden ayudar a mejorar nuestra conversión y a que nuestros clientes compren más y mejor en nuestra tienda. Al final, si el visitante se siente cómodo, bien atendido, encuentra lo que busca, ve buenos precios, etc, es muy probable que compre. Y hablando de buenos precios, no debemos olvidar que los mapas de calor nos van a ayudar también a llevar a caboo cambios en nuestra estrategia de pricing. Imaginad por ejemplo un producto que mucha gente mira y toca pero que nadie compra… Seguramente es porque su precio quizás es demasiado elevado y debemos ajustarlo.
Medir, medir, medir…
Como conclusión, debemos hacer hincapié en la necesidad de medir para mejorar. Y es que, si no mides, nunca sabrás si lo que estás haciendo está muy bien o puedes mejorar. ¿Quieres saber más sobre mapas de calor? Contacta con nosotros y te enseñaremos cómo funcionan y cómo pueden ayudarte a mejorar la gestión de tu negocio.