La famosa cadena de supermercados inglesa Tesco ha instalado cámaras de reconocimiento facial a la entrada de algunos de sus supermercados con el objetivo de reconocer los rasgos principales de los clientes (sexo y edad aproximada) para ofrecerles publicidad segmentada y personalizada.
Si pensamos en el ámbito estrictamente tecnológico, esta iniciativa de Tesco es un avance realmente grande. El reconocimiento facial puede identificar fácilmente el sexo y la edad de las personas, aunque si tal y como dicen está orientado a ofrecer publicidad segmentada habrá que ver con qué eficacia es capaz de saber a qué sector de la población pertenecemos.
Eso sí, ahora viene la cara B de la moneda, y es que muchas personas creen que este tipo de tecnologías son bastante controvertidas por el hecho de que están captando nuestras caras al entrar en las tiendas, algo que seguramente vaya en contra de la ley de protección de datos y de la privacidad. Además la tienda, con esto, sería capaz de controlar quién entra y quién sale de su tienda, pudiendo almacenar la cantidad de veces que vamos, lo que compramos y un largo etcétera.
El futuro del retail pasa por el reconocimiento facial