1. El concepto básico de visual-merchandising debe estar dentro del concepto de identidad y la posición de fórmula. ‘En masa y exuberante’ contra ‘decente y de alta calidad’.
2. Lo más importante es el producto y todo gira alrededor de él. Tanto los muebles como el material de presentación sirven para fomentar el carácter del producto.
3. No hace falta utilizar recursos exuberantes ni dar muchas explicaciones. A veces es mejor optar por lo sencillo para lograr una buena presentación.
4. Aprovechar las tres dimensiones es una buena idea. La altura juega un papel muy importante en cuanto a la creación del dominio del producto.
5. Es mejor no llenarlo todo con un montón de productos. Destacan más los mismos productos aplicados unas veces que un montón de productos distintos.
6. Intenta combinar productos a precio razonable (eye-catchers) con los que otorgan alto rendimiento.
7. Utiliza colores atractivos y combinaciones de materiales, éstos forman la base importante en cuanto al dinamismo de la presentación.
8. Una iluminación adecuada y la información clara sobre el precio son dos condiciones indispensables de una estrategia bien elaborada.
9. Las figuras y la fotografía son dos elementos que también apoyan la presentación. En el foco de atención se encuantran tanto la aplicación como el uso del producto.
10. Emoción es la palabra clave. Una presentación bien pensada, con productos adecuados, la atmósfera y la iluminación, le estimulan al cliente quien se sentirá a gusto y comprará más.
Una vez que hayas implementado algunos de estos cambios es importante que midas los resultados obtenidos. Es decir, si han servido de algo o no los cambios que has llevado a cabo.
Con los mapas de calor es posible medir la relación del cliente con tu negocio. Por ejemplo:
Te ayudarán a colocar de forma adecuada los productos. Saber qué productos gustan más o llaman más la atención y cuáles son las mejores zonas de la tienda para hacer una promoción o colocar un determinado artículo.
Encontrar un diseño óptimo. Gracias a los mapas de calor es más fácil tomar decisiones sobre el diseño de una tienda o local, realizar cambios, y después volver a medir los resultados hasta encontrar un diseño óptimo.
Analizar la estrategia de pricing. También permite la posibilidad de analizar la estrategia de pricing de la tienda. Por ejemplo, un producto que mucha gente toca pero que casi nadie compra podría ser una señal de que es demasiado caro… O quizá un artículo que nadie toca, pero que está situado en un mueble en el que el resto de productos si tienen éxito. Lo más aconsejable sería retirarlo y buscarle una nueva posición en la que sí pueda triunfar.
Administrar expositores y escaparates. Gracias a los mapas de calor es más sencillo fijar los puntos calientes y fríos de nuestra tienda y saber a cada momento cómo se comportan los clientes, cuáles son las zonas más visitadas… Actuar en consecuencia es una obligación que nos ayudará a administrar nuestros expositores y artículos, dar a los clientes las promociones que mejor funcionan o destacar aquellos productos que mejor se venden.