Los consumidores de hoy en día lo queremos todo: las ventajas de lo digital (variedad, más información, opiniones de otros usuarios…) más las ventajas de lo tradicional (el servicio personal, poder tocar un producto con las manos, olerlo…) Por ello, el retailer o minorista ha de lograr que para el cliente ir a una tienda sea divertido, que sea una experiencia que no podría conseguir vía online.
En los últimos años las cosas han cambiado mucho: el cliente tiene más inquietudes, nuevas expectativas y hay que adaptarse a ellas y satisfacerlas para no desaparecer. Este nuevo cliente quiere estar muy informado, quiere estar seguro de que está comprando al mejor precio, quiere tener ofertas personalizadas… Frente a esto, ¿Qué tiene que hacer el retailer? Desde Flame opinamos que adaptarse o morir.
Llega el omnichannel
El Omnichannel retailing o multicanal consiste en que el retailer se va a dirigir al cliente a través de muchos canales diferentes. Hay que innovar y crear una estrategia multicanal, en la que no choque lo digital con lo tradicional, sino que se complementen. Como decíamos al principio: el consumidor de hoy en día lo quiere todo. Y por ello lo que tenemos que hacer es muy sencillo: tenemos que dárselo todo, lo digital y lo tradicional. Tenemos que tener una integración perfecta de ambos mundo. Esto sería lo ideal. Hay que convertir la experiencia de ir a comprar en algo apasionante, excitante, divertido, emocionante… Hay que lograr que para el cliente ir a una tienda sea ocio, algo divertido como ir al cine o a cenar.
En definitiva, hay que saber aprovechar las oportunidades que nos brinda el mundo digital y aplicarlas en el tradicional. Ambos tienen que estar integrados y colaborar entre ellos. Al fin y al cabo, lo digital y físico son complementarios, no son competencia y si coges las ventajas de cada uno de ellos el éxito está asegurado.