A veces las empresas no invierten tiempo en mejorar su punto de venta porque creen que hacerlo les generará altos costes. Lo cierto es que hay muchas cosas que se pueden hacer para que el punto de venta sea un lugar más agradable para el cliente y que no cuestan dinero.
– Saluda a tu cliente cuando entre a tu local. Por lo general no nos gusta que los dependientes nos agobien, pero si nos saludan a nuestra llegada, entendemos que están disponibles para consultarles si lo creemos necesario.
-Atender al cliente es prioridad. Si un cliente se acerca a nosotros para consultarnos o hacernos cualquier pregunta, debemos darle toda nuestra atención y dejar aquello que estemos haciendo para poder atenderle como es debido.
–No te saltes tu propio horario. Si en tu puerta pone que abres de 10:00 a 20:00, el cliente espera que poder entrar a tu tienda a las 10:00 y no encontrársela cerrada antes de las 20:00. Esto provocaría que tu cliente, la próxima vez, acuda a otro local.
-Permite tocar. Cuando una persona toca un producto es más probable que termine por estar dispuesta a adquirirlo.
-Ordena tus productos. No hay una fórmula mágica para colocar los productos de forma adecuada que sirva para todos los locales, pero lo que está claro es que no podemos amontonarlos, colocarlos fuera del alcance del cliente, etc. Debemos darles un orden que siga cierta lógica, permitir que el cliente pueda llegar a ellos, destacar los que creamos conveniente…
-Coloca productos de compra por impulso en la caja. Cuanto más a mano estén ese tipo de productos, más se venderán. Son productos que compramos de forma impulsiva, tomamos la decisión de compra en un espacio de tiempo muy corto y la caja, donde el cliente está a punto de pagar e irse, es el lugar idóneo para estos artículos.
-Di adiós a productos inútiles. Si un producto no se vende, retíralo (puedes hacer promociones, descuentos… pero con el fin de deshacerte de él). Está ocupando un espacio precioso que podría servir para un artículo que te reporte beneficios.
-El mostrador también es parte del local. No es el escritorio de tu casa. Y aunque es tu espacio de trabajo, está de cara al público. Mantenlo ordenado y que no se convierta en un amasijo de papeles y bolsas.
-Facilita el acceso a tu local. Cuanto más difícil sea entrar a tu negocio, menos personas lo harán. Puertas pequeñas, cerradas o difíciles de ver harán que mucha gente no entre.
-Intenta conseguir las mejores condiciones con los proveedores. Negocia lo que puedas con tus proveedores para conseguir ofrecer a tus clientes el precio que quieres.
-No olvides tu visibilidad internet. La gente que no pasa por delante de tu tienda también tiene que saber que estás ahí. Crea una web para tu negocio, participa en las redes sociales, facilita tu datos de contacto e informa de los productos y servicios que ofreces.