Tal y como afirma José de Jaime Eslava en este artículo: el cliente se ha convertido en el centro de todas las estrategias empresariales. Entre estas estrategias hoy queremos hablar en Flame de la estrategia de fijación de precios, que ha experimentado una profunda revolución y se ha convertido en todo un proceso científico. Y es que sin duda el pricing es uno de los factores más relevantes a la hora de incrementar resultados. Al final está claro que el objetivo de cualquier empresa es ganar y cuanto más mejor.
Cierto es que marcar un precio para productos y servicios es una labor complicada. Por un lado es necesario fijar precios que ofrezcan valor al cliente y, por otro lado, que sean rentables para la empresa. Es decir, al final tiene que ser un “yo gano-tú ganas”, y no vale otra cosa.
Para fijar un precio hay que tener en cuenta tres factores:
- Tenemos que tener en cuenta nuestro cálculo de costes, las estructuras de precios, etc.
- La percepción del valor para el consumidor.
- Las estrategias del valor competitivo.
Si no sabes si tu estrategia de pricing es correcta quizás la tecnología en el punto de venta pueda ayudarte. Imagínate que muchas personas se paran delante de un estante concreto en donde están exhibiendo un determinado producto. Estás viendo que ese punto es “punto caliente” de tu tienda desde hace semanas. Sin embrago observas que no se está vendiendo ese producto que tanta gente mira, toca y coge. Tienes un problema, ¿verdad?.
Otro caso podría ser el de un artículo que nadie toca, pero que está situado en un mueble en el que el resto de productos si tienen éxito. ¿Qué le está pasando a ese producto en concreto?.
Gracias a la analítica in-store y a la los mapas de calor es posible identificar los puntos calientes de tu tienda; es decir, las zonas que atraen la atención de tus usuarios, las ‘zonas calientes’ que existen en un local, aquellos lugares a los que los usuarios se dirigen y permanecen con mayor frecuencia, es decir, los lugares que más les gustan y más les llaman la atención.