Para darle al cliente lo que busca en cada momento es muy importante entender primero su comportamiento: por qué hace lo que hace, qué compra, cuándo lo compra, cómo lo decide… Pero ¿cómo? Fácil:
- con los mapas de calor sabrás cómo se mueven los clientes por tu tienda, qué área ha sido la más popular, la que más ha gustado para poder optimizar el diseño del espacio…
- Luego está el Wifi-tracking gracias al cual podrás determinar el grado de fidelidad de un cliente determinado (la tasa de retorno) y su nivel de engagement o compromiso (el tiempo de permanencia en la tienda).
- La tercera fuente de datos es el cuenta personas que proporciona los datos de afluencia y control de aforo. Es decir, indica el número de visitantes que han entrado en la tienda diferenciando entre entradas y salidas.
- Por último gracias a un API de importación de ventas, podrás medir indicadores como el ticket medio así como diversos ratios de conversión (número de tickets por persona, ventas por persona, etc).
De la misma forma que tecnologías como Google Analytics ayudan a la tienda online a conocer los comportamientos de sus clientes durante el proceso de compra, las tecnologías de analítica para el mundo real como Flame, ayudan al retailer tradicional (tienda física) a saber que está pasando en su tienda: cuánta gente entra, cuántas de estas personas son nuevas y cuántas repiten, cómo se mueven, dónde paran, cuánto tiempo están dentro e incluso, cuánta gente de la que pasa frente al escaparate de la tienda entra. Toda esta información se traduce en indicadores o KPI’s que los retailers pueden utilizar para mejorar. Y es que el que no mide, no mejora.
Gracias a la tecnología se puede mejorar la experiencia en tienda en muchos aspectos. Por ejemplo, desde un punto de vista más físico, gracias a la información que provee un software de analítica como Flame, los retailers pueden mejorar ostensiblemente el diseño y layout (disposición física de los elementos) de sus tiendas haciendo éstas más fáciles y cómodas o, como dirían nuestros homólogos on-line, más usables para sus clientes. Si los clientes encuentran fácilmente lo que buscan, visualizan rápidamente las promociones y tienen una mejor experiencia en tienda, conseguiremos un proceso de conversión óptimo. No olvidemos que la gran diferenciación de la tienda física, irrebatible y sostenible en el tiempo, frente al on-line, son las experiencias del usuario y una herramienta como Flame ayuda sin duda a potenciarlas.