En un momento de cambio como el actual si tuviéramos que decidirnos por un punto de inflexión en el sector retail, éste sería sin duda el de la aparición del Big Data en 1995 que generó en el comercio minorista un antes y un después. Fue ese año en el que los supermercados Tesco lanzaron un programa de fidelización que se basaba en tarjetas, y cuyo objetivo era identificar patrones en el comportamiento del consumidor. Mucho ha llovido desde entonces… Actualmente, los minoristas pueden adquirir y analizar una gran cantidad de datos que les ayudan a tomar mejores decisiones basadas siempre en datos objetivos. Gracias al Big Data se pueden llevar a cabo seis cambios.
1- Para una mejor experiencia en tienda. No se puede dejar nada a la casualidad y todos los detalles cuentan. Aspectos como los olores, la música, la atención del personal, la decoración y por supuesto los precios van a influir y mucho en que el cliente se sienta cómodo, feliz y bien atendido.
2- Para un escaparate más atractivo. Si mucha gente transita frente a nuestra tienda pero muy poca entra, quizás el problema esté en que no tenemos un escaparate atractivo y debemos plantearnos cambios. La primera impresión es la que cuenta y el escaparate es lo primero que va a ver el potencial cliente al pasar por delante de tu tienda por ello hay que presentarlo atrayente.
3- Para una disposición de productos óptima. Los productos no deben colocarse jamás de forma aleatoria ya que es muy importante este factor. Hay que intentar que el cliente recorra toda la tienda y para lograrlo la colocación de productos es fundamental.
4- Para un layout más efectivo. Si el diseño de la tienda o local es adecuado favorecerá la permanencia de los clientes en la tienda y aumentará las ventas. El layout perfecto sí existe y se puede conseguir. Tener una buena y distribución de la superficie de venta es muy importante ya que logrará que el cliente recorra toda la tienda, que esté dentro el mayor tiempo posible, que su estancia sea agradable y cómoda y, finalmente, compre.
5- Para una decoración más llamativa. Es importante que nuestra tienda esté siempre impecable, limpia y cuidada. Que tenga un rótulo que refleje bien la identidad del comercio, una puerta adecuada, accesible, ni muy ancha ni muy estrecha, sin escalones, etc.
6- Para una estrategia de pricing justa. Poner ofertas especiales es una buena manera de motivar al cliente para que realice una compra que no tenía prevista. Un aspecto que se debe tener en cuenta es dónde se colocan estas propuestas. Mejor que sea siempre en zonas de mayor compra o ‘zonas calientes’. Colocar bien las ofertas puede ser un apoyo para vender productos que tienen poca salida. Pricing. Sin duda el pricing es uno de los factores más relevantes a la hora de incrementar resultados. Al final está claro que el objetivo de cualquier empresa es ganar y cuanto más mejor.
Para realizar estos cambios de forma óptima y adecuada es necesario medir antes, durante y después de llevarlos a cabo. Sólo así sabremos si lo que hemos hecho está bien, mal o se puede mejorar.