Medir, medir y más medir… No nos cansamos de repetirlo: si no mides no mejoras, ya que no sabes lo que estás haciendo bien, mal o en lo que puedes mejorar. Por ello, en retail es tan importante medir, para así poder tomar decisiones en base a datos y a resultados, a información objetiva. Hay muchas cosas que se pueden medir en retail pero sin duda una de las más importantes y la que más interesa conocer y controlar es la conversión.
¿Qué es la conversión? Conocemos como conversión la tasa resultante de dividir las visitas que hemos recibido entre las transacciones exitosas que se han realizan en nuestra tienda. Este dato te da una idea clara del resultado de tus esfuerzos a través de campañas de marketing.
Para entender este término os recomendamos echar un ojo a este gráfico. Como vemos, en la parte de arriba hay muchas personas, son las que pasan por delante de nuestro negocio. Pero si nos fijamos, este número se va reduciendo conforme se avanza por el embudo… Conclusión: Cuantas más visitas tengamos, más posibilidades hay de convertir.
Si nuestra tienda está situada en una calle comercial y con mucho tráfico es seguro que mucha gente pasará por delante de nuestro negocio. Esto es bueno, ya que estamos muy expuestos y muchas personas ven a diario nuestro escaparate y nuestros productos. Si notros tenemos un escaparate atractivo o alguna promoción jugosa en tienda es seguro que lograremos atraer a más visitantes al interior de la tienda.
Una vez dentro tenemos que intentar que el cliente disfrute de su estancia en la tienda. Es decir, que se lo pase bien, que tenga una experiencia agradable. ¿Cómo lo logramos? Aquí ya entran en juego muchos factores: los olores, por ejemplo, la iluminación, la decoración por supuesto es importantísima, la distribución de productos (que encuentre lo que busca), buenos precios, etc.
Al final, los usuarios satisfechos comprarán y “convertirán” y los no satisfechos se irán de tu tienda sin comprar.
Conociendo tu embudo de conversión podrás tomar decisiones que te ayuden a optimizar tu tasa de conversión.