Gijón exporta tecnología a Silicon Valley. Una noticia escrita por C. JIMÉNEZ en La Nueva España.
Innovar o morir. Y ahora, en el mercado tecnológico, también emprender. En la ingeniería gijonesa Neosystems, especializada en el desarrollo de productos de software innovadores, especialmente en el ámbito de la gestión documental, han optado por buscar nuevos nichos de negocio y se han lanzado a pulsar el mercado americano para analizar las posibilidades de su última solución para el comercio. Su sofisticada herramienta, de nombre “Flame”, que permite generar en tiempo real mapas de calor para superficies comerciales, ha viajado hasta Silicon Valley. Los gijoneses fueron seleccionados entre más de cincuenta candidatos en el Accelerator Program del Spain Tech Center en San Francisco. Pero sólo catorce de ellos lograron una plaza en este prestigioso programa formativo impulsado por el ICEX (Instituto de Comercio Exterior), la entidad Red.es y Fundación Banesto para empresas españolas de base tecnológica con potencial internacional e interés en el mercado norteamericano. Durante cuatro semanas los participantes se introdujeron en la cultura de Silicon Valley, a través de una formación intensiva, con charlas y participación en eventos para conocer el mercado estadounidense y sus peculiaridades.
De vuelta a España, el gerente de Neosystems, Jonathan Solís, reconoce que la experiencia ha sido “un lujo”. Habla de una satisfactoria experiencia tras agradecer la oportunidad que representa para esta joven empresa insertarse en la meca de la tecnología. “Logramos suscitar interés en dos inversores”, explica con orgullo el responsable de esta firma. Su trabajo se centra ahora en cuidar uno de los activos más importantes de la empresa: el arte de innovar y emprender. Con ese ánimo nacía hace pocos meses la herramienta “Flame”, que se ha convertido, además, en una “spin off” de Neosystems, cuyo objetivo es que las cadenas de supermercados, franquicias, tiendas de ropa y otro tipo de establecimientos de mediano y gran tamaño saquen el máximo partido a sus espacios de comercialización, al tiempo que mejoran la experiencia del usuario y también las ventas del establecimiento. El producto apenas requiere de inversión, pues se trata de un software que se conecta a las cámaras de seguridad ya instaladas en el negocio.
La solución, desarrollada en la sede del recién creado “Espacio Tecnológico Molinón”, ha captado interés de capital norteamericano. “Los retailers (mayoristas) están preocupados porque el e-commerce no para de crecer, pero todos son conscientes de que las tiendas físicas como las conocemos hoy no van a desaparecer. Lo que hay que hacer es darles más herramientas para hacerlas más competitivas”, defiende el gerente de Neosystems. “Flame” genera “mapas de calor” (representación gráfica de las zonas “calientes” y “frías” del establecimiento) pero también ofrece indicadores de mejora como el ratio de inversión que vincula el número de ventas con el de visitas. “Si no mides no mejoras”, afirma Solís. El manejo de la herramienta- abierto a todo tipo de sectores- es muy sencillo. Al seleccionar un rango de fechas y horas devuelve toda la información sobre visitantes, cuidando mucho el aspecto de la privacidad. “No guardamos nada, ni fotos ni vídeos, analizamos el vídeo en la misma tienda y mandamos la información a la nube, sin identificar personas”, aclara el gerente. Algo así como Google Analytics, que permite conocer el retorno de la inversión publicitaria al medir el grado de implicación de los usuarios en una web.
“Es un tema que está generando mucho interés pero queríamos validar que era el momento para Estados Unidos”, relata Solís, que se encontró con un mercado por muchas posibilidades para esta tecnología porque todavía existe poca competencia. Por ello, no descartan en el corto plazo vincularse a Silicon Valley o cualquier otro foco tecnológico norteamericano, donde han tenido oportunidad de conocer un montón de gente y una red de inversores. “Aquello es más interesante para nosotros”, admite. En un país donde uno nunca tiene la sensación de extranjero “porque la mayoría de la gente con la que tratas es de fuera”, Solís se muestra entusiasmado ante la posibilidad de seguir captando clientes y financiación en torno a la red de contactos radicada en Silicon Valley. Cuando tengamos eso armado de forma robusta ya podemos pensar en ir allí de forma seria, continúa diciendo antes de apuntar que en períodos de crisis hay que “pensar más allá de España”.
La oportunidad de validar el modelo de negocio de su nuevo producto, conocer la competencia de primera mano, buscar inversores y colaboradores, “yo creo que lo conseguimos”, comenta recién finalizada su experiencia americana. “Fue un reto muy bonito”, relata Solís.
El siguiente paso será ver la manera de regresar para “recoger lo sembrado”. “Al final nuestro mercado es global. Tanto Estados Unidos como Europa”, reconoce. Estas semanas en Silicon Valley les han servido para confirmar que aquel “es un ecosistema muy rico, donde va todo muy rápido y hay mucha financiación para proyectos innovadores” pero con poco que envidiar al talento español. Salvo en un aspecto cultural de base: “Desde muy pequeños en la escuela les enseñan a hablar en público y se les inculca el tema de emprender”, comenta Solís, al tiempo que anima a mantener “todo este movimiento que se acaba de iniciar por parte de las administraciones en España para respaldar a los emprendedor. Que no decaiga”, reclama. “Allí si montan una empresa no piensan en el mercado local, lo hacen para triunfar”, remarca antes de advertir otro aspecto importante, que el fracaso se tolera, no está mal visto como aquí.
Noticia publicada en La Nueva España el 1 de diciembre de 2013. Ver noticia