Dice Nacho Barraquer, CEO del Gefe, que la revolución digital ya no es cosa de jóvenes. Otra consecuencia de la pandemia que ha cambiado nuestras vidas ¿para siempre? No os perdáis el análisis que Barraquer hace para Flame en este post.
La maldita pandemia ha cambiado muchas cosas y muchos hábitos. Irremediablemente viviremos en un mundo que poco tendrá que ver con el que dejamos atrás y será un mar de oportunidades para todos aquellos que sepan anticiparse a los nuevos hábitos de consumo.
Hace ya un tiempo que oímos hablar de la revolución digital y del futuro del comercio online. Ha sido desde siempre una amenaza, obvia, para el retail tradicional y especialmente en un país donde el salir a comprar por el barrio siempre ha sido un hábito muy nuestro.
Salir a comprar por el barrio siempre ha sido un hábito muy nuestro
Pero, hay algo que la pandemia ha cambiado radicalmente y en este artículo quiero anticiparlo, porque además es algo completamente opuesto a lo que teníamos en el horizonte mental: la revolución digital ya no es una cosa de jóvenes.
En cualquier reunión estratégica en la era pre-covidiana se hablaba de la omnicanalidad y de la transformación digital como un tema de adaptación a las nuevas generaciones que son nativos digitales y que el Smartphone, lejos de ser un mero teléfono, es más bien un miembro más del cuerpo humano de millennials, pero sobre todo de centennial.
Los millennials hacen clic al carrito de la compra con la misma naturalidad que mi abuela bajaba diariamente a comprar leche al colmado de Margarita
Debíamos adaptarnos a unas generaciones que antes de hacer una compra revisan los comentarios, informaciones, puntuaciones y reviews en el ecosistema digital y que, a la postre, clickaban al carrito de la compra sin moverse del sofá con la misma naturalidad que mi abuela bajaba diariamente a comprar leche al colmado de Margarita.
Se tenía a las generaciones más maduras, como son los babyboomers y los primeros generación X, como compradores offline a los que poco se debía incluir en las estrategias de publicidad y en los modelos de usabilidad en los dispositivos de venta online.
Y el 2020 lo cambió todo…
El hecho de que nuestros mayores tienen un riesgo más elevado ante la pandemia ha hecho que sus hijos o nietos los formen en un período imbatible de tiempo para saber comprar en el mundo online. Son nuestros mayores los que han descubierto el famoso carrito de la compra y ahora no habrá una vuelta atrás.
Mientras peinan canas descubren que pueden recibir todo aquello que desean en tiempo récord y sin tener que exponer gratuitamente su salud y pudiendo optimizar sus limitadas energías vitales a cosas más interesantes que a cargar bolsas de compra.
Nuestros mayores los que han descubierto el famoso carrito de la compra y ahora no habrá una vuelta atrás
Por otro lado, son nuestros jóvenes, los que en cuanto se pueda volver relativamente a un estado de cierta normalidad dentro de la anormalidad de la gestión (eso sí que nunca cambiará), necesitarán más que nunca el contacto humano, el huir del sofá de casa, experimentar y cualquier cosa relacionada con el carrito de la compra les recordará aquellos tiempos de encierro.
Se abre una oportunidad para el retail tradicional donde las nuevas generaciones que las daban por perdidas serán realmente el target foco si se sabe transformar los puntos de venta de unos espacios de transacciones a unos ecosistemas de experiencias.
Nuestros jóvenes, en cuanto se pueda volver relativamente a un estado de cierta normalidad, necesitarán más que nunca el contacto humano
Por otro lado, cualquier departamento estratégico debería incorporar a los babyboomers como target foco en las estrategias de transformación digital.
Sí, el mundo al revés….