Charlamos con Alberto Almazán, Gerente de centro comercial Fuenlabrada 2. Alberto es optimista y, tras unos meses muy duros y mucha incertidumbre, cree que el sector de los centros comerciales “ha demostrado una madurez y una capacidad de adaptación óptima”. Para Almazán, la clave está en la tecnología, que “jugará un papel fundamental para hacer frente a las problemáticas que surjan”. No os perdáis nuestra entrevista.
Lo primero de todo, valora el panorama actual. ¿Cómo lo estáis viviendo?
No cabe duda que los años de pandemia, sumados al presente momento inflacionista y de incertidumbre de cara a un futuro inmediato en lo económico nos hacen todavía estar valorando la capacidad de reacción del sector y la solidez de los datos que apuntaban a una recuperación pre pandemia en términos de consumo y afluencias a los centros. En nuestro centro estamos en una época de atracción de nuevos operadores, sólidos y fuertes tratando de hacer valer los valores que un centro comercial como Fuenlabrada 2 puede ofrecer: cercanía, trato diferencial y servicio.
La tecnología juega un papel fundamental y es nuestra principal herramienta para solucionar los problemas
¿Cuál es la mayor problemática o debilidad a la que un centro comercial debe hacer frente?
Hay varios, evidentemente varía el peso que tienen dependiendo de cada centro: está lo apuntado en la respuesta anterior en cuanto a la necesidad de reaccionar al problema económico que causa el incremento de costes energéticos, materiales, etc, está el cambio evidente que en los hábitos de consumo está experimentado nuestra sociedad y a los que necesariamente debemos adaptarnos, anticipar las necesidades de nuestro target y tratar de satisfacerlas. Ofrecer una experiencia de consumo diferente y segura.
Debemos aprovechar las herramientas tecnológicas para adaptar nuestra oferta y que la digitalización no sea una palabra hueca más
¿Qué papel juega la tecnología? ¿Cómo ayuda a un centro comercial en la situación actual?
La tecnología juega un papel fundamental y es nuestra principal herramienta para solucionar los problemas que hemos apuntado. Tanto para poder conocer las necesidades de nuestros clientes, sus gustos y ofrecer una experiencia que vaya más allá de internet, como para poder llevar a cabo una gestión mucho más eficiente y sostenible a todos los niveles: mantenimiento, energética, seguridad, limpieza, etc. Debemos aprovechar esas mismas herramientas tecnológicas para adaptar nuestra oferta y que la digitalización no sea una palabra hueca más.
Apostamos por recuperar la sensación de pertenencia, de integración dentro de una ciudad y de un barrio
¿Cómo se consigue hoy en día fidelizar al cliente?
Conociendo a tu cliente, a tu target. Si lo hacemos bien podremos saber qué podemos ofrecerle para que cubramos sus necesidades y le ofrezcamos la tan manida experiencia diferente a comprar sentado desde el sillón de su casa manejando un teléfono. En nuestro caso la cercanía, creemos firmemente en el trato humano con el que se le atiende, un entorno agradable y bonito, un mix comercial apropiado y en concreto apostamos por recuperar un poco la sensación de pertenencia, de integración dentro de una ciudad y de un barrio. Ser el centro neurálgico del consumo, ocio y disfrute de una comunidad.
El mall del futuro tiende hacia la personalización del ocio y el consumo de cada cliente
¿Eres optimista en cuanto al futuro del sector?, ¿Cómo crees que será el mall del futuro?
Sí, soy optimista porque creo que el sector está demostrando una madurez y una capacidad de adaptación óptima. La muestra está en los nuevos proyectos que se están desarrollando y que permiten renovar la oferta global del retail. Imagino un mall del futuro más centrado en lo humano, en lo social y en las ventajas que ello supone. Tenemos ejemplos ya en nuestro país y en el extranjero en este sentido: especializando su oferta: ocio activo y deportivo, ocio tecnológico, actividades culturales de vanguardia, atención médica y estética avanzada, oferta turística y de alojamiento, restauración especializada… en fin, tender hacia la personalización del ocio y el consumo de cada cliente.