La distribución de última milla ha sido una de las asignaturas pendientes en el mundo del retail y, especialmente, en el ámbito del comercio electrónico.
El auge de la venta en internet y la multiplicación de las opciones de compra y entrega en el comercio físico ponen la logística en el punto de mira de los retailers en un momento en el que las claves de una atención eficaz pasan por la rapidez, la eficiencia y la flexibilidad.
En los últimos años, el desarrollo tecnológico aplicado a la logística ha revolucionado los procesos de transporte, almacenaje y reaprovisionamiento de mercancías. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para optimizar la distribución en la última milla o distribución capilar, que sigue siendo uno de los puntos negros de la cadena de suministro. La logística, responsable de generar grandes ineficiencias y costes a las empresas de retail, se convierte en un verdadero desafío para el sector de la distribución minorista, cada vez más preocupados por ganar eficacia y mejorar la calidad del servicio.
El mayor reto a la hora de cumplir el objetivo de entregar los pedidos a tiempo y en el lugar correcto es la adecuada coordinación de los diferentes actores y procesos implicados, principalmente proveedores, logística y distribución. Los sistemas de gestión de servicios de campo ayudan a las empresas a afrontar con éxito los mayores riesgos de la entrega en la denominada última milla, desde que las mercancías salen del almacén, el centro logístico o la tienda hasta que llegan a manos del cliente.