1.- Continuidad de servicio y multicanal
Hay que ofrecer al cliente información a través del mayor número de canales posibles. Además, debe de ser una información que continúe si el cliente se desplaza a tienda por ejemplo, si tiene algún problema con algún pedido online.
2.- El mal trago del falso sin stock o agotado
Los pedidos tienen que cumplirse desde cualquier fuente de inventario, independientemente de su ubicación.
La creación de un único registro virtual de stock, combinado con un sistema de gestión de pedidos permite a tiendas, almacenes, proveedores de servicios logísticos y fabricantes, trabajar en estrecha colaboración para que los productos lleguen a los consumidores en el momento y lugar deseado con rentabilidad para el negocio.
3.- Incluir la logística inversa en el inventario único
Las devoluciones son determinantes para la rentabilidad de las ventas on-line y nos encontramos con que muchos de los productos comercializables se encuentran en la cadena de suministro inversa, invisible para el resto de la empresa en un proceso que puede llevar semanas y restar ventas.
4.- ¿Qué nos depara el futuro?
La clave podría estar en el “Big Data” para analizar en tiempo real lo que está de moda y crear ofertas o propuestas basadas en la ubicación y las tendencias.
También podría ser una adopción masiva de soluciones que proporcionen al empleado la autonomía para tomar decisiones e impulsar relaciones con los clientes, las ventas y la rentabilidad. Los minoristas deben estar preparados, con una capacidad tecnológica moderna, flexible y en constante evolución.
5.- Poner cara a cada pedido
Los minoristas tendrán que actuar en nuevos canales, ofrecer más opciones de entrega y devoluciones, y rendir cuentas de sus comunicaciones y servicio al cliente. Actualmente hay tantas cosas que giran alrededor del cliente que es muy importante hacer que el proceso y su experiencia de compra sean lo más agradable posible.